Eva tiene la voz segura de una narradora natural e inventiva, una mujer que nos relata la historia picaresca de su propia vida (nació pobre, fue huérfana a una temprana edad, y finalmente ella se elevará a una posición de influencia única) y de la gente, de todos los niveles de la sociedad, que conoce a lo largo de su camino.
Mientras Eva cuenta su historia, Isabel Allende evoca una entera y compleja nación de Sud América: los ricos, los pobres, los sencillos, y los sofisticados; en una novela repleta de personajes e incidentes, con drama, comedia e historia.
“Me llamo Eva, que quiere decir vida, según un libro que mi madre consultó para escoger mi nombre. Nací en el último cuarto de una casa sombría y crecí entre muebles antiguos, libros en latín y momias humanas, pero eso no logró hacerme melancólica, porque vine al mundo con un soplo de selva en la memoria."
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